martes, 7 de julio de 2009

FILOSOFIA DE LA NATURALEZA DE SCHELLING

Schelling realiza su acercamiento a la naturaleza en su estudio llamado Naturphilosophie. Con este estudio Schelling expresa su primera idea genial que le sirvió para volverse famoso y reconocido por un gran número de intelectuales, entre los que destaca, sobre todo, Goethe compartiendo sus ideas. Desarrolla su pensamiento acerca de la naturaleza a partir de la concepción fitcheana. Para Fichte la naturaleza es un producto de una actividad inconsciente del Yo, es decir, el Yo se pone un límite para poder llegar a ser consciente, y este límite es el no-Yo o naturaleza. Para Fichte la naturaleza es algo negativo, porque representa un obstáculo para el actuar del Yo; aunque este no-Yo se convierte en el lugar de acción del yo, sólo existe para que el yo actúe y se desenvuelva sobre él; es, en definitiva, donde se practica la libertad. Por lo tanto, la naturaleza carecía de entidad y libertad propia. Schelling quiere quitar esta idea negativa de la naturaleza y regresarle a esta su fuerza vital y creadora que es independiente del yo, y que posee un origen propio: El filósofo de la naturaleza trata a la naturaleza como el filósofo trascendental al yo. Por tanto, la naturaleza misma es para él algo incondicionado. Pero esto no es posible si no eliminamos el ser objetivo en la naturaleza. El ser objetivo es en la filosofía de la naturaleza tan poco originario como en la filosofía trascendental.

En el ser orgánico existe un estado de quietud y equilibrio, que puede ser perturbado a causa de un estímulo externo. Gracias a esta perturbación, se da lugar a otra etapa: la de irritabilidad, que corre al parejo de la sensación y la electricidad; esta es la facultad de reacción, es decir, la respuesta al estímulo, y que se expresa en el movimiento. Con la irritabilidad el organismo se distingue respecto a su entorno. La tercera etapa es la del impulso de formación, que es paralela a la intuición productiva y al galvanismo; “esta es una fuerza de producción que proviene del organismo, exterioriza todas sus funciones y mantiene la unidad e identidad del producto hasta su desarrollo completo, para transformarse entonces en fuerza reproductora” . Este impulso de formación es el que asegura la supervivencia de las especies; se expresa en la nutrición, la secreción, el crecimiento, el instinto animal, el impulso sexual y la reproducción. El impulso sexual es la más perfecta, porque aparece la dualidad originaria, y se muestra como impulso sintético. Todas estas categorías físicas orgánicas son expresiones de los actos básicos del espíritu, con esto se explican los paralelismos de todas las dimensiones y etapas, y sobre todo, la unidad de todos los productos naturales y espirituales.

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